ATESORA TUS DERROTAS, EN ELLAS ESTÁN LAS VICTORIAS
Reflexión diaria: 30 de
Abril del 2017
Por: Susana Hernandez
¿Quién relató la triple
negación de Pedro? Según el relato bíblico estaban presentes en ese suceso, los
criados del sumo sacerdote, los soldados y Pedro. O sea, no fue otro que el
mismo Pedro quien brindó hasta los mínimos detalles de su vergonzosa caída.
Tuvo el valor de exponerla a la humanidad, porque de esa experiencia pudo decir
luego: "Señor tú sabes todas las cosas, tú conoces que te amo" (Juan
21:17), poniendo al mismo Jesús como testigo fehaciente de su propio corazón.
Debiéramos hacer lo
mismo con nuestras derrotas y dar testimonio de las victorias que obtiene el
Señor en nuestras vidas, henchir nuestro corazón donde ha penetrado el amor de
Cristo disipando sus tinieblas.
Pero la realidad es que
mayormente lo ocultamos. ¿Por qué? En gran parte por temor al juicio de
nuestros propios hermanos. Si hay algo de lo que estamos muy lejos es de
"en humildad estimáis cada uno a los demás como superiores a vosotros
mismos" (Fil. 2:3). Conocemos nuestra propia maldad mucho mejor que la de
los demás, en cuyas conciencias y motivaciones no podemos entrar pero no
dudamos en juzgar y defenestrar a quien sea como si en ello hubiera redención
de nuestras propias miserias.
Nuestras derrotas
victoriosas en el Señor son para nuestra edificación y tal como Pedro
debiéramos compartirlas para honra y gloria del Señor y edificación de nuestros
hermanos.
“Y me ha dicho: Bástate
mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena
gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder
de Cristo”. 2 Corintios 12:9
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