¡PABLO EL ROCK STAR!

Reflexión diaria: 18 de Abril del 2017    

Por: Silvi Sky.

Cuando leo el libro de Gálatas no puedo creer que los formalistas hayan permitido que llegue a nuestras manos. Claro que con las horrorosas traducciones cuasi medievales Reina Valera no se nota la bomba que uno tiene entre las manos cuando lo lee.

Aparentemente, Pablo le escribe a un grupo de creyentes que querían hacerse los “civilizados” “los buena gente” “los formales”. La manera en la que pensaban hacerlo era imitando las costumbres judías de ese tiempo.

Para entender un poco mejor la tensión del libro, tendríamos que situarnos un poco en la época. En aquellos momentos, la separación tajante entre judíos y cristianos no era tal. Los romanos los veían muy parecidos, y los perseguían y mataban casi al mismo tiempo.

Una buena parte de los cristianos era judío, por ser judíos se consideraban los dueños de la fe (parece que las guerras santas de youtube, ya “existían”) y estigmatizaban a todo el que no siguieras sus costumbres y/o ritos (los que odian las guitarras eléctricas y las baterías tienen antepasados, ¿quién lo diría?)

Pablo llega a decirles “¡Oigan, estúpidos!”(3:1) Y “Quisiera que los que andan queriendo circuncidar a todo el mundo se cortaran ellos el miembro entero” (6:11-15). Claro que probablemente si cualquiera de nosotros dijera esas cosas en un púlpito los diáconos nos sacarían a patadas.

Y es que cuando uno lee el libro de Hechos, el libro de Romanos y las cartas de Pablo, algo resalta de manera muy obvia: Pablo no soportaba a los formales. Los veía como hipócritas, él era un revolucionario al que metían preso dos por tres, y tenía que soportar que gente con el estómago lleno se dedicara a competir a ver quién era mejor y a imponer normas estúpidas. Él venía a que las cosas cambiaran, a anunciar un mundo nuevo y había gente que estaba más interesada en pertenecer al Statu Quo que en cambiar las cosas.

Leer el libro de Gálatas, me hizo entender que las cosas no han cambiado tanto. Seguimos habiendo muchos interesados en revolucionar el mundo, la iglesia y los grupos de amigos y las familias. Y sigue habiendo gente que quiere que las coas queden igual.

La próxima vez que te sientas sólo en tu lucha contra el formalismo, el fanatismo, y la estrechez de pensamiento, vuelve a leer Gálatas.

¡Gálatas estúpidos! ¿Quién los ha embrujado? ¡Después que ante sus ojos presentaron a Jesús Mesías en la cruz! Gálatas 3:1 Nueva biblia Española (1975)





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