UN CAFÉ CON JESÚS.
Reflexión diaria: 28 de
Abril del 2017.
Por: Enio Mel.
Pasa, ¡por favor!
Siéntate donde gustes ¿Te sirvo café? Este es uno muy rico que producen en
Chiapas. Huele delicioso, ¿no es cierto?... Ignoraba que tuviera todos esos
antioxidantes... pero claro, ¿Cómo no ibas a saberlo? ¿Te divertiste
diseñándolo? ¿Un poco de crema?... ¿Tenías mucho rato llamando? Lo siento,
apenas te escuché. He pensado tantas veces en decirte tantas cosas y hoy estás
aquí... y pareciera que no tengo nada que decir. De verdad, es que me siento
muy bien contigo aquí, creo que no hace falta nada más que tu compañía, es muy
agradable. ¡Hey, tengo unas galletas deliciosas que guardo... para una ocasión
especial! Ya sé, es un poco tonto hacerlo. Las traigo ahora mismo. ¿Se te
apetecen? sí, van muy bien con este café.
Siempre he tenido una
duda... el otro día vi una representación en película de cómo devolvías la
salud a un leproso. En ella no solo lo tocabas, como dice el relato
tradicional... lo abrazabas, y reían y hasta rodaban por el suelo en un
arrebato de alegría... y me gustó, me pareció que iba más con lo que siempre he
pensado de ti. Lo sabía, fue aún mejor, ¿No es cierto? Es que una persona
apartada de su sociedad, de su familia, de los que amaba, sin esperanza alguna
sino morir alejado de todo contacto humano... ¡y de repente volver a la vida de
esa manera! Eso no fue solo devolverle la salud, ¿verdad? claro, es equivalente
a estar muerto en vida y resucitar. ¿Fue lindo hacerlo? wow... aún te conmueve
hasta las lágrimas ese momento...
Oye, otra duda...
también es de mis momentos favoritos. La mujer extranjera. Casi, casi tu
sonrisa me confirma mis sospechas. Tú dijiste: "No es bueno agarrar el pan
de los hijos y echárselo a los perros". Sonaba más fuerte en aquel
contexto cultural, ¿no es cierto? Prácticamente un insulto judío de lo más
fuerte, y justo lo que esperaban ellos que dijeras, ¿verdad? estaban
"orgullosos" de ti y tu nacionalismo. Pero tú tenías esa extraña
sonrisa irónica, porque sabías lo que pasaría a continuación, ¿no? ¡Esa sí que
no se la esperaban! "si puedo tener una migaja de ese pan, sé que será
suficiente, si tengo que perder la dignidad para lograrlo no me importa",
prácticamente fue lo que dijo ella... ¿Sabes? ¡Me emociona tanto ese
momento!... tú también estabas muy conmovido, lo sabía... hubieras querido que
algún israelita tuviera la mitad de esa fe... Claro, y era una cuestión de lo
que estaba dispuesta a hacer por amor, también. Y entonces fue cuando en vez de
quitar la dignidad de esa valiente mujer, la elevaste hasta el cielo. Eres maravilloso...
¿Qué te cuente de mí?
Pero si tú lo sabes todo... Claro, te gusta oírme decirlo. Pero ¿sabes? creo
que últimamente he estado cayendo en la cuenta que entre más se trata de Ti mi
religión, mejor es. Sonríes de nuevo, me imaginé que me estabas llevando a
pensar en esa dirección. Es que tantos años pasados pensando en que si voy
bien, si voy cambiando en este aspecto, mejorando en aquel, que si fallé en
esto, que si aquí estoy luchando, que si estoy dormido y no estoy haciendo
"tu obra", que… que buen testimonio di en esta situación pero qué
malo en esta otra, que si no estoy predicando lo suficiente y menos
"ganando almas"... todo eso es un centrarse en uno mismo y pensar que
uno está practicando la religión. ¡Uf! uno se puede pasar la vida en ese
remolino, ¿no es verdad? Pero ahora que voy entendiendo que se trata de Ti... La
vida cambia de color, se pone brillante y hermosa. Se quita una inmensa carga
de encima y ni cuenta me doy cuando contemplándote voy pareciéndome a Ti...
Tienes que irte, y no
quisiera que lo hicieras, pero no quiero abusar de tu tiempo. ¿En serio, todos
los días pasas por aquí? Prometo entrenar más mi oído para escuchar cuando
llamas. Eres demasiado respetuoso... quiero aprenderte eso. Gracias por este
precioso momento, y espero haya muchos así de ahora en adelante. No te
preocupes, yo lavo eso. Déjame darte un abrazo, y acompañarte a la puerta. En
serio, quiero que esto se repita más seguido. Yo también pienso en Ti. Adiós,
¡te amo!
"Mira, yo estoy
llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su
casa y cenaremos juntos." (Apocalipsis 3:20 DHH)
© Ministerio Sonidos
del viento (ruaj) Colectivo SDA detox . Prohibida su reproducción parcial o
completa sin la autorización expresa del autor. 2017.
Comentarios
Publicar un comentario